Agra

Bonica historia d'amor guarda aquesta maravella...

Lucknow

Ciudad no tan conocida, de parada curiosa, de india profunda, de aquella que no está embellecida.
Conocemos un poco más su conjetura, su infrastructura, comida, caos, desorden ordenado y todo aquello que no puedo contar en palabras por vacías, escasas, insuficientes.
India me deja muda frente la abundancia de... un todo.

Tren.

Treneando por India, una entiende su fama.

Sentada en un milímetro de suelo con mochila en trasero, sé que tengo toda la noche para contemplar "ésto" aun por identificar (no voy a ser yo la que se duerma entre sólo hombres y miradas dirigidas).

Es como un acertijo de los que me gustan pero sin normas ni pistas bien dadas. Entran hombres y niños, niños y hombres, hombres y niños y encuentran espacio! Se tocan, se rozan, se encajan, rodillas de unos son cojines de otros, espaldas de aquellos son reposa pies de éstos. Sin conocerse, sin hablarse, se ceden turnos con gestos, comparten maderas con abrazos. Allí dónde va el equipaje, salen cuatro piernas y el suelo del vagón desaparece para convertirse en humana alfombra. Esta noche son todos una família! (Hasta veo ratones sacando morros entre minúsculos huecos de pelas de cacahuetes). Todos somos la misma cosa, todos vamos al mismo lugar.

Hay tanta precariedad aceptada que aun la pienso... son compasivos por no tener nada o no tener nada les vuelve compasivos?
Aun lo pienso... aun no... sé.

Varanasi y su alto termómetro

India ya llegó y con ella el sudor.

Varanasi, dicen, ciudad más antigua y sagrada del mundo.

El río Ganges purifica todas las almas que acaban en él; cremaciones diarias de difuntos necesitados de elevación.

Sólo son arrojados sin ser quemados los liberados de karma: maestros, mujeres embarazadas, muertes por picaduras de serpiente y niños.

Todo indio debe visitar el lugar una vez en su vida; muchos vienen mayores a esperar su muerte.

Éste lugar les da bendición y libra del ciclo de la reencarnación.

Bañarse en río purifica asimismo su alma.

(Cenizas, restos de aquellos que no han podido pagar suficiente madera para el fuego, ropa lavándose, familias limpiando, vacas refrescando... todo en un mismo fluir, en un mismo lugar, en un mismo tiempo).

A mi modo, yo también he purificado. 

Cuatro días en cama sacando de arriba y de abajo; limpieza seguro, pero agracezco infinito al doctor, mis indias cuidadoras, mi casero paternal y el peruano divagante. Sobretodo, también,  volver a respirar sin dolor y recuperar algo de mi cordura escapada.

Buen inicio? Quién entenderá de eso?

Aquí estamos.

Saliendo.

 Quitando idealismos pasados, dándo valor a la verdad, recordando que uno es muchas cosas y una empieza a no necesitar que la reafirmen.

 No cambia quién eres por la mirada del otro, nos identificamos con sus ojos pero somos quién sentimos ser.

La no pertenencia regresa y visita, saludándola se va.

Sonriendo por estar viva y viviendo.

Siendo agua.

Visitas a pueblos vírgenes, días de lago y buena comida, visados, eternas carreteras saturadas, tuneados autobuses, polvo, montañas, macramé y su pipa.