Con todo mi amor a los aviones (y ya van 6), uso tan apacible espacio de tiempo para despedirme de Indonesia (Java y Bali concretamente).
El país musulman más poblado del mundo (80% de árabes), de 3.200km de largo; a pesar de haber sido holandés y japonés durante la segunda guerra mundial.
Con India de vecina, aún con eso, el comercio de antaño mostró el hinduismo vía Java y convenció.
Como en toda historia, no se suele creer lo mismo ni solidarizar con el contrario. Exisitió un éxodo llamado Majapahit que logró la elitista huida de hindusitas de Java a Bali. Todos ellos sacerdotes, reales y artesnos; altas castas que hacen de Bali lugar de exclusiva descendencia; eso dicen.
En Bali encontramos la cultura metódica; aquella que requiere mucho orden para satisfacer la benerada y ardua agricultura junto con los incesantes rituales y pautadas ofrendas (hacen falta soló 13 rituales de inicición para la madurez y proteger el alma de sus 108 vicios).
Existe un minucioso orden necesario para no quebrar el equilibrio del universo.
Pude hablar con un bailarín balinés y al preguntarle por qué o por quién bailaba, su respuesta enumerada y nada premeditada me flipó: 1. Para mis dioses, 2. Por mi religión, 3. Para mi colectividad, 4. Para mi família, 5. Para mi, 6. Por mi hobby y 7. Para ganar dinero.
De igual manera que sus nombres (los nombres de lo hijos), son primero, segundo, tercero y cuarto. Si tienen más, vuelven a empezar. Mucha personalidad alrededor... pero por eso dan más prioridad al colectivo y existe un justificado rechazo del tan saludable ego (se nota que todo es ironía, no? Uf).
También es cierto que siempre te preguntan de dónde vienes y a dónde vas (necesitan ubicarte)... la improvisación o el dejarse llevar les crea mucho estrés.
Su objetivo es ser lo más "alus" que se pueda (refinado y bello) y por eso se liman los colmillos tan propios de lo animal y hacen de la sonrisa un hábito al que no pueden renunciar.
Java, por contra, justifica tan alto porcentaje de musulmanes. A ratos me confundo y regreso a mi viaje marroquial. Cánticos ordenados convocan a sus seguidores y tiendas de infinitos velos te enseñan que también hay moda en la cabeza. Pies desclazos y mucha simpatia. Sus habitantes muestran su respeto a la cultura ajena preguntándote y están encantados de que quieras conocer la suya; contándote todo aquello que deseas saber. Se nota, lamentablemente para quiénes les guste el movimiento, una complicada opción al viaje para ellos. Muy buena especiada comida, muy buen gusto también del arte y la música.
En fin, tanto y poco... mi idea es limitada, proporcional al tiempo y lugares donde he podido estar (proporcional también al globo de mi cabeza a gran altura y su incapacidad creativa del momento). A tanta velocidad espacial, se piensa a baja intensidad mental?
Y aquí queda la pequeña parte teórica: 1. Por aquellos que me habéis preguntado por estos culos mundiales, 2. para no olvidar lo que un día aprendí y 3. Para distraer mi estómago de algo llamado... vuelo?