domingo, 26 de enero de 2014

Kho Lanta

Y el más soñado viaje, aquél que uno idealizó mirando el de otro, aquél que uno idealiza mirando quizá el mío, conlleva también denso aprendizaje, que no siempre ligereza.
Lecciones hirientes cuando se busca el máximo y no lo esencial. Y sin pasar nada, que nada pasó, una aprende también que existe el vacío individual aún lejos, aún viviendo, aún descubriendo. Una aprende también que el espejo nunca es el culpable ni nunca tu alimento; que el presente siempre es un regalo (si?), el único que existe.
No te olvides de respirar al pensar, aunque sea en espiral. No desmerezcas las cosas buenas aunque te veas repitiendo merecerlas porque, a veces, a tí te mientes. El pasado y su historia, te dices... eres todo eso y tu actualidad. También lo que te dices ser, lo recuerdo bien.
Me encuentro proyectando mis carencias... aquellas que existen en mí y no en lo que miro. En soledad el vacío sólo puede ser mío, gestionado sólo con armas o herramientas. No hay incondicionales, solo entregas.

Que quién me quiera, no padezca. Me siento viva y agradecida. Reflexiono esta vez también para vosotros. Ya me conocéis...yo también soy esto.

Kho Lanta, por cierto, jeje, preciosa. De ahí todo... tranquilamente pedaleando y mirando que no viendo...

Montxita... t'estimo i et porto amb mi.

Conclusión? (Si es que hay alguna): Llena tu vacío de tí, ríete contigo.

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